VOL XII / ISSUE 05 / MAY 2016

El Demonio Está En La Puerta

By Carter Conlon

“El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajeran los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor, su padre, había traído del templo de Jerusalén, para que bebieran de ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas…Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra. En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre que escribía delante del candelabro, sobre lo encalado de la pared del palacio real; y el rey veía la mano que escribía. Entonces el rey palideció y sus pensamientos lo turbaron, se debilitaron sus caderas y sus rodillas daban la una contra la otra” (Daniel 5:1–6). Mientras Belsasar el rey temblaba de temor, Daniel le dio la palabra del Señor: “El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad…Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino y despojado de su gloria. Fue echado de entre los hijos de los hombres, su mente se hizo semejante a la de las bestias y con los asnos monteses fue su habitación. Le hicieron comer hierba, como al buey, y su cuerpo se empapó del rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. Pero tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón sabiendo todo esto” (Daniel 5:18–22). Vemos aquí que esta no era la primera vez que Dios había lidiado con orgullo en esta nación. Antes de Belsasar, un rey llamado Nabucodonosor gobernó en Babilonia, a quien le fue dada esta palabra: “La sentencia es por decreto de los vigilantes y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, que a quien él quiere lo da y sobre él constituye al más humilde de los hombres. Que te echarán de entre los hombres y con las bestias del campo será tu habitación, con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, después que reconozcas que es el cielo el que gobierna” (Daniel 4:17, 25–26). En otras palabras, “Nabucodonosor, te has exaltado a tí mismo por encima del conocimiento de Dios, comprometiéndote con prácticas que Dios claramente ha prohibido. Debido al orgullo de tu corazón, tu reino será derribado. Sin embargo, quedará un remanente, que crecerá nuevamente después de que te humilles.” Y ahora Daniel estaba de pie en frente de quien él solía llamar el hijo de Nabucodonosor, diciéndole “¡Belsasar, tú sabes muy bien como Dios lidia con el orgullo! Sabes que no puedes actuar traicioneramente con Dios y escapar las consecuencias. Aun sabiendo esto, no has mostrado humildad.” LA HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS QUE A MENUDO SE OLVIDA En los primeros años de formación de los Estados Unidos de América, nosotros también participamos en actos vergonzosos que finalmente trajeron el juicio de Dios, exactamente como sucedió en los días de Belsasar. En los años cuando la esclavitud se convirtió en una práctica aceptable, 12.5 millones de africanos fueron sacados a la fuerza de su tierra natal – la mayoría eran jóvenes fuertes. Aproximadamente 10.5 millones sobrevivieron mientras que 2 millones murieron en camino a los varios destinos debido a la crueldad a que fueron sometidos. Según el Instituto Gilder Lehrman de Historia Americana, 6 por ciento de los que sobrevivieron llegaron a América del Norte, aproximadamente 630,000. Mucha gente hoy en día no tiene ni idea que Wall Street en Manhattan fue una vez un puesto de comercio de esclavos. Trágicamente, muchos esclavos murieron aun después de llegar a las costas de los Estados Unidos debido a las condiciones a las que se les obligó vivir. Las amputaciones fueron un castigo común para los esclavos que trataron de buscar su libertad, lo que realmente fue la ironía de las ironías – una nación que se enorgullecía en ser libre de la tiranía, se volvió tiránica hacia una raza de gente que fue traída a sus costas. Muchos de los esclavos africanos fueron enterrados sin ningún registro de quienes eran. Aunque hubo otras circunstancias, en gran medida, la esclavitud fue el problema predominante que llevo al comienzo de la Guerra Civil en este país. En la guerra, 625,000 personas jóvenes murieron en Estados Unidos – no sólo hombres pero también mujeres; lo cual fue el 2 por ciento de la población estadounidense! En el discurso de posesión del Presidente Abraham Lincoln, el cual se llevó a cabo cuando la esclavitud y la guerra civil se acercaban a su fin, sugirió que la muerte y destrucción que trajo la guerra fue una retribución divina a Estados Unidos por poseer esclavos. El aún creyó que podría ser la voluntad de Dios que la guerra continúe “hasta que cada gota de sangre derramada con el látigo se pague con sangre derramada con la espada.” Como dice la Biblia, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará” (Gálatas 6:7). No creo que sea una coincidencia que se hayan traído 630,000 esclavos a Estados Unidos, y más tarde 625,000 hijos e hijas estadounidenses hayan muerto en la Guerra Civil. Así como miles de esclavos murieron debido a las condiciones de vida crueles; durante la guerra 56,000 murieron de hambre y enfermedad en campos de prisión. Se enterraron a muchos esclavos sin dignidad y sin registro de quienes eran. En la guerra, al 40 por ciento de los muertos nunca se les identificó, se los dejó que se pudriesen por montones en el campo de batalla. CONTINUANDO EN ORGULLO Así que debemos preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo con la historia que conocemos? No hay excusa por la ignorancia que demostramos en lo que hicimos y como Dios respondió a esta nación. Como lo vimos en el verso bíblico al comienzo, Belsasar, tampoco tenía excusa. “Pero tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón sabiendo todo esto” (Daniel 5:22). Belsasar continuó con su orgullo y rebelión, aunque él debería haber sabido que no se puede burlar de Dios. La acusación continuó: “Sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido; hiciste traer ante ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas bebisteis vino de ellos; además diste alabanza a dioses de plata y oro (los dioses de la prosperidad), de bronce, de hierro (los dioses de la fortaleza humana y el diseño inteligente), de madera y de piedra, que ni ven ni oyen ni saben; pero nunca honraste al Dios en cuya mano está tu vida y de quien son todos tus caminos” (Daniel 5:23). Similarmente en Estados Unidos, hemos adorado dioses de plata y oro. Hemos permitido que se levanten predicadores sin desafiarlos. Charlatanes absolutos vinieron y enseñaron a la gente que de cierta manera la piedad es el medio para lograr ganancia financiera. “Por eso, de su presencia envió él la mano que trazó esta escritura. Y la escritura que trazó es: “Mene, Mene, Tekel, Uparsin.” Ésta es la interpretación del asunto: “Mene”: Contó Dios tu reino y le ha puesto fin. “Tekel”: Pesado has sido en balanza y hallado falto. “Peres”: Tu reino ha sido roto y dado a los medos y a los persas. Entonces Belsasar mandó vestir a Daniel de púrpura, poner en su cuello un collar de oro y proclamar que él era el tercer señor del reino. La misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos” (Daniel 5: 24–30). La advertencia se dio, sin embargo qué hizo Belsasar? Se levantó de la mesa y proclamó a Daniel como el tercer gobernante de su reino! El debió haber buscado oración. Debió haberse puesto de rodillas y haber clamado misericordia. Debió haber puesto barricadas en las puertas de entrada. En vez de todo esto, él simplemente condecoró a Daniel! Los historiadores nos cuentan que los medos y los persas ya estaban en la puerta y terminaron entrando sin que los habitantes de la ciudad pusieran resistencia. Esa misma noche Balsasar fue muerto. De la misma manera, a esta hora, el mal está en la puerta en los Estados Unidos! ¿No se da cuenta que ya hay señales visibles de la advertencia que se ha hecho? Estamos al borde de ser entregados a los impíos. De hecho, el sistema de valores de los impíos ya ha infiltrado en gran manera nuestra sociedad. Sin embargo, estamos al borde de algo más profundo y oscuro que no hubiéramos podido imaginar. ES TIEMPO DE ORACIÓN Todo esto nos deja con una pregunta: ¿Qué haremos como la iglesia de Jesucristo? Nosotros somos los últimos que quedamos con el poder para resistir la oscuridad. No tenemos que abrir la puerta y permitir que esta nación sea inundada por el mal. O, al menos que nos volvamos como Balsasar y su sequito quienes estaban de acuerdo con la palabra de Dios pero aun así no pudieron hacer nada. Todo lo que ellos pudieron hacer fue condecorar al profeta diciendo “Sí, este es un hombre de Dios. Sí, esta es una palabra de Dios!” De la misma manera, usted puede leer este mensaje y llamarme un hombre ungido por Dios; usted puede estar de acuerdo que este mensaje es de Dios, y aun así no hacer nada. Sin embargo, le recuerdo que Dios dijo a su gente, “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” (2 Crónicas: 7:14). Debemos admitir que nuestros caminos no han sido los caminos de Dios – que hemos buscado el placer más que a Dios. Debemos reconocer que no hemos sido una luz para esta generación, y debemos abandonar nuestros caminos pecaminosos. De acuerdo a Su Palabra, debemos humillarnos y orar. Si alguna vez se ha necesitado un tiempo de oración, es ahora! Si su iglesia no tiene una reunión de oración, empiece una en su casa! Si no oramos, qué clase de país vamos a dejar a nuestros hijos y nietos? ¿Qué clase de mal invadirá los salones de clase? ¿Qué clase de leyes se van a pasar obligando a la Iglesia de Jesucristo a que participe en el pecado de esta nación? Quiero que usted considere seriamente todas estas cosas, porque estamos viviendo un momento en el que el mal está en la puerta de nuestra nación. Sin embargo, la buena noticia es que hasta cierto punto, aún puede ser evitado, porque Dios es bueno y Su misericordia perdura por siempre. Creo firmemente que Dios aún puede tocar a nuestros hijos; Él aún puede tocar nuestras iglesias y vecindarios. Creo que los Estados Unidos aun puede experimentar un gran avivamiento antes de que el último día del juicio llegue a todo el mundo. Pero también sé que nunca ha habido un gran avivamiento en algún lugar de la historia sin que alguien, en algún lugar, ore y se aferre a Dios. Todo empieza con oración. En el libro de Ezequiel, el Señor dijo, “Busqué entre ellos un hombre que levantara una muralla y que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyera; pero no lo hallé” (Ezequiel 22:30). Me puedo imaginar al Espíritu de Dios caminando por las calles de una nación que se conocía por su religión. Había un gran clamor en el corazón de Dios, porque Él no quería tener que juzgar a esa nación. Pero la gente estaba ocupada, justo como lo estamos ahora. “Tengo chicos para atender, mercado para comprar. Trabajo largas horas en mi empleo.” Cada uno tenía una excusa, así que no eran conscientes del momento crítico que estaban viviendo en la historia. RESPONDIENDO AL LLAMADO Sin embargo, como dijo el autor de Hebreos, “Pero en cuanto a vosotros, amados, estamos persuadidos de cosas mejores” (Hebreos 6:9). Creo con todo mi corazón que algunos de ustedes que están leyendo este mensaje tomarán este llamado seriamente, y que no simplemente pondrán a un lado esta súplica del Espíritu Santo. Usted comprende que estamos viviendo un momento de crisis, y estamos dispuestos a levantarnos y decir “Iré a la puerta de entrada. Intercederé y confiaré en Dios por la fortaleza para resistir los planes de la obscuridad para destruir nuestra sociedad.” Anima recordar que aunque los medos y los persas tomaron cautiva a Babilonia, Daniel, por ser un hombre justo fue técnicamente transportado a la próxima sociedad donde obtuvo mucho favor. Él se convirtió en uno de los instrumentos que Dios usó para influenciar a que el gobierno firmara un decreto que permitiera a la gente de Dios regresar a la Tierra Prometida para reconstruir el testimonio del Señor. Así que ahora lo desafío a orar como nunca lo ha hecho antes. Usted y yo no tenemos excusa para permanecer en pobreza espiritual. Al fin y al cabo, el Señor lo logró todo para nosotros en la cruz y nos ha dejado aquí en la tierra como Sus colaboradores para ganar una cosecha de almas. ÉL nos ha dado la seguridad que lo que pedimos creyendo, recibiremos. Eso quiere decir que no somos impotentes; no tenemos que sentarnos sólo como espectadores, mirando este desfile de impíos inundando nuestra nación. No! Tenemos la potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo (mirar Lucas 10:19). Tenemos el poder para pararnos en la puerta de entrada y resistir al demonio. Tenemos el poder para confiar en Dios por un avivamiento espiritual. Tenemos el poder para clamar al cielo para que, por la Gracia de Dios, Su nombre sea exaltado en esta generación. Eso es lo que haremos!

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